THE DARKS HOURS

Reparto: Emile Hirsch, Olivia Thirlby, Max Minghella, Rachael Taylor y Joel Kinnaman.
Distribuidora: 20th Century Fox.
Lo Bueno: Las locaciones y la fotografía.
Lo Malo: Falla en su intento de contar la aniquilación del mundo.
Comenzamos el 2012, año con 366 días en el calendario y motivo de alarma entre muchas sectas por la consabida predicción del fin del mundo. Y precisamente la película que tuvimos la oportunidad de ver en esta ocasión es la que inaugura las temáticas apocalípticas en la pantalla grande para este año, que suponemos que serán varias debido al auge que adquiere el tópico. Pasemos a lo que nos atañe: La última noche de la humanidad es una película del género de ciencia ficción, dirigida por Chris Gorak y traída hasta nosotros por New Regency y Summit Entertainment. La historia nos sitúa en una totalmente moderna y capitalista ciudad de Moscú que retratan con excesivo orgullo las cámaras norteamericanas. Dos chicos empresarios estadounidenses, Sean (Emile Hirsch. Meteoro) y Ben (Max Minghella. Red Social), arriban al país con la misión de vender su ingeniosa página web dedicada a los viajes, pero al llegar se encuentran con una bajísima actitud traicionera de parte de su compañero de negocios, Skylar. Lo anterior lleva a los dos protagonistas a desahogar su enojo y frustración en un glamouroso bar en donde conocen a la fotógrafa Anne (Rachael Taylor. Transformers) y a su asistente y mejor amiga Natalie (Olivia Thirlby. Juno) después de que los 4 se conocen y socializan se va la energía eléctrica en el inmueble, preludio alusivo a lo que ha de venir, y es aquí en donde todo comienza.Ciertamente esta producción tiene un muy particular punto de vista, pero de los marcianos, no del apocalipsis. En esta ocasión los seres espaciales no son los clásicos hombrecitos grises que descienden en portentosos acorazados de metales extraños, ahora son monstruos que viajan en rayos de luz electroluminiscentes. Es innegable que podemos vislumbrar un guiño hacia La guerra de los mundos de Spielberg , sobre todo en la manera en que las criaturas descienden del cielo y en los primeros minutos de secuencia. Hablando de guiños, la película tiene una frase que dice: “Aquí es en donde termina el exterminio y comienza la guerra” (que por cierto provocó una risa burlona generalizada en la sala) esta frase es exactamente contraria a una frase de La guerra de los mundos del mencionado director, que dicta: “Esto no es una guerra, es un exterminio”. Tal vez es solo una coincidencia, pero es muy grande y curiosa.

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